Cuando tú te conviertes en hija, vas a darle un beso a tu madre y ella te suelta:
“ Nena, evitad aglomeraciones que está el mundo muy revuelto… ”
Tú le respondes.
“ Sí mami, estate tranquila. ”
Julio 2016. Amsterdam reaparece en nuestras vidas, cuando nuestros 2 mariditos excepcionales (el mío y el de Elena), nos organizan un viaje sorpresa para celebrar las recientes 40 primaveras. Sólo con el destino, nos eclipsaron. Los gritos que dimos en el aeropuerto, lo saben ellos y las 3000 personas presentes.
Primera aglomeración, de la que ni siquiera nos dimos cuenta por el subidón de la sorpresa.
Al pisar las calles de la capital holandesa aquel sábado morning, nos dimos cuenta de que empezábamos a desobedecer a mamá…
Y cuando nos dieron las 2 entradas para el concierto de Beyoncé esa misma noche, después de los saltos, gritos, abrazos, lágrimas, ya se oía un: “Por favor que no se entere mi madre … o le da un parraquee … jajajajaja ”
Sin creernos donde estábamos y porqué, llegamos al estadio radiantes y sin esposos, con 3 horas de antelación. No había mucha gente…pero era cuestión de tiempo y de teloneros…
Capacidad del Estadio Amsterdam Arena para este concierto: 70.000 personas.
“ Toy escuchando a mi madre… nena, evita las aglomeraciones…jajajaja ”
“ Ya te digo… ¡¡ No lo pienses o chiflamos !! ”
Las carnes prietas en bragas irrumpieron en el escenario, y a capela y entre coreografías imposibles, pasamos del lagrimeo incontrolado, a olvidarnos de que estábamos “sensiblemente” acompañadas. Al final del conciertazo, sudadas, agotadas, y deshidratadas salimos dispuestas a llegar lo antes posible al centro de la city para achuchar a nuestros maromos!!!
Salimos nosotras… y obviamente 69998 personas más…
La estación de tren un jodido hervidero, y la Ele y yo siempre en dirección contraria. Colas infinitas para sacar el puto ticket, ventanillas de información cerradas y máquinas holandesas que se volvieron intratables con el acelere del momento.
Y sí, el mundo está revuelto. Tan revuelto, que lo que antes no se te pasaba por la cabeza, ahora de repente invade tu mente y te impide ser racional. Aquello era una señora aglomeración, en una puta estación europea, y cualquier persona pasaba a ser susceptible de querer liarla con una recortada.
“ Buff, Rebe…Vamos a pillar un taxi porque no me quito a mi madre de la cabeza…”
“ ¿ Tú crees ? ”
“ Ay! si por favor que me estoy agobiando ”
“ Vamos, vamos ..."
7.000 personas se fueron en bici.
40.000 se quedaron en la estación.
22.998 y nosotras 2, decidimos salir y coger un taxi.
Cuando llegamos a la rotonda, y vimos que allí no aparecía uno libre ni queriendo, nuestro ímpetu fue todavía peor, y echamos a caminar, con la única intención de alejarnos de aquella jauría humana.
Sin saber ni en qué dirección debíamos hacerlo, decidimos seguir a las 5000 personas que tampoco supieron esperar, y a los que su madre les había aconsejado exactamente lo mismo, o eso creíamos.
3500 fueron subiéndose a coches que esperaban en el arcén.
1470 entrando a hoteles de los alrededores.
Y 30 seguimos caminando por aquella carretera, cada vez más oscura directas al infierno...
Menos eufóricas y riéndonos de la situación absurda que habíamos provocado por obedecer a mamá, casi sin darnos cuenta, perdimos de vista a 25 ...
Y nos pegamos a las 2 últimas con un ya temeroso: ” Donde vayan ellas vamos nosotras, sí o sí. "
“ Madre, madre... Pero ¿ por qué se nos fue así la pinza?! "
“ Por la aglomeración…jajajaja, ¡¡ por tu madre !! ”
“ Joder! estas 2 tienen el coche ahí aparcado. ¿ Nos llevarán?. ” ( Ni de coña)
La mejor idea que tuvimos en ese trance, fue entrar en uno de los hoteles y preguntar como podíamos escapar de allí. El chico de la recepción debió de vernos tan atacadas, que aunque nos ofreció un taxi advirtiendo de la pasta y del tiempo de espera, nos dijo que en dos minutos, caminando, recto, había una parada de metro. No le besamos porque nos dio vergüenza, sólo le dijimos que le queríamos... y nos sentimos ¡¡ salvadas!!
Salimos.
“ ¿ Pa dónde dijo? ”
“ Yo le entendí que había que pasar aquel puente…mira está allí !!! sííí !!! ”
“ Coño! pero ¿ por dónde se va? Si allí se acaba la aceraaaaa !!! ”
De repente aparece un tío, que justo se mueve cuando nos ve llegar entre la oscuridad.
Sin dirigirnos la palabra, giramos ligeramente a la derecha, pasando del asfalto a la caleya, y zas! otro tío enfrente, también solo, y que empieza a caminar al vernos.
Mi coña se termina de cuajo, y escucho a una susurrante Elena: " Rebe... ¡ Vamos a correr ! "
Si tenían pensado pillarnos, debieron de dejarnos por imposible, porque la velocidad a la que corrimos aquellos 400 metros no la volveremos a experimentar en nuestra puta vida. O al menos yo. En all star, sin calentar, con bolso y en vaqueros ceñidos...
Llegamos a la estación de metro con tal ataque de pánico que no podíamos articular palabra. Luego con la risa nerviosa casi grabamos un vídeo. El título lo teníamos claro: " Como despistar a 69998 personas en Ámsterdam y no morir en el intento".
Menos mal que no lo hicimos.
Que nuestras madres nos den estos consejos es de lo más normal. Nosotras lo haríamos y lo haremos con nuestros hijos. La putada es que a mayores, las últimas noticias internacionales no ayudan. Estos grandísimos hijos de puta, han conseguido meternos el miedo en el cuerpo. Y eso me jode. Ni la estación iba a volar por los aires, ni seguramente aquellos dos pavos iban a violarnos ...
Lo importante es que seguimos vivas, y que aunque no tenemos el culo de Beyoncé, hemos comprobado que bajo presión podemos correr a 4 min el km.
A día de hoy sigo sin saber si prefiero aglomeración o descampado... Ella lo tiene claro!! (jajaja)
La foto es casera, y va dedicada a nuestros mariditos, que son los mejores, y como no, a la madre de Elena, de la que tanto nos acordamos ...