Que mi grupo de colegas de whatsApp se llame SNY, corroborará que he sido capaz de esta maratón, sin levantarme para ir al baño.
Ahora que la he acabado, abro mi portátil, como hace ella y me siento a intentar escribir algo que tenga sentido y que pueda publicarse como post en mi olvidado blog.
Probablemente si mis vistas fueran a alguna maravillosa calle de Nueva York y no a un tabique de pladur inestable, más que un post escribiría un libro...
Pero ¡aquí estoy yo!, intentando darlo todo desde mi pisito gijonudo, sin pamela de flores y peor aún, en zapatillas de franela.
No me llames Rebe, llámame Carrie.
Pero a lo que voy.
Llevo una semana encerrada en casa.
Sólo he visto dos series en Netflix y no se puede decir que haya hecho mucho más que eso, en cuanto a mutar se refiere.
Esta vez tampoco me ha dado por enfrascarme en una limpieza general como en el primer confinamiento o la de hacer bizcochos y exportarlos, como en el segundo.
Lo único que ha permanecido en este tercer encierro son las cervezas (y su temperatura).
Carrie convierte en glamouroso, fumar por la calle con unos guantes de fregar y yo bebo en la cocina, con un pijama de dinosaurios y las famosas zapatillas de franela, que admito tienen renos.
Somos igualitas, igualitas...
Y entonces, si no he visto Netflix, no he ni limpiado ni cocinado y el Monopoly ha brillado por su ausencia...¿qué he hecho? ¿en qué carajo se me han ido 7 días completos, con sus correspondientes noches?
Pues os diré que he tachado muchas cosas pendientes, de una de mis listas más perezosas: la web.Y ya sé que esto de las listas es más de Charlotte...pero es que la escena en la que cuenta , el portazo que le mete a su hija cuando la pilla en plena mamada, es ¡tal momentazo! que tenía que mencionarla en este post, aunque yo siga siendo igualita, igualita a Carrie.
Incisos sexuales a parte, estos son mis logros:
He incluído la Política del rollo legal de las cookies, aunque nadie sepa para qué sirve.
He actualizado la Política de privacidad, esa que todos aceptamos para desaparezca de la pantalla.
He hecho una copia de seguridad de la web, (que no, no tenía! Increíble, pero cierto!)
He añadido Pluggins para mejorar el chat, para que haya un buscador potentorro de productos en la tienda y para renovar las bases de datos comerciales y las de suscriptores a la newsletter.
He simplificado el menú principal, ordenado los posts en una única categoría ácida, editado mi canal de You Tube y convertido a negrita palabras claves, para que el SEO vuelva a quererme.
He+ he+ he = ¿Y alguien se ha dado cuenta de mis "he"?
Pues no, ni cristooooooooooo!!!!!!
Y para colmo, cuando me pongo a enseñarles a mis ñus todos los cambios, me miran como si estuvieran delante de un Neanderthal cibernético!!!
La madre que los parió!
Sé que son cosas que no se ven a la primera, como cuando Carrie va a operarse y lo primero que ves son sus calcetines y sus chanclas.
Luego te fijas en las borlas negras de terciopelo que le salen por detrás del tobillo y te das cuenta, de la importancia de los detalles para el puto algoritmo.
Lástima que lo más cerca que yo estoy de ese look, , a pesar de mi sudadera de flecos, es reconociendo que mis zapatillas de franela y renos, también tienen borreguito blanco por los bordes.
Somos igualitas, igualitas…
Una vez dicho esto, os pido por favor, que entréis en la web y me mintáis!! (jaja)
Hacedme la pelota, engañadme y decidme lo chula que me ha quedado, aunque lo único que hagáis sea daros de baja de la Newsletter.
Nunca lo sabré.
Soy moderna, pero poco.
Y mientras lo hacéis y no, yo aquí seguiré a la espera de un episodio 9 (que ni siquiera sé si existe), en el que Carrie sale en pantalla con una de mis camisetas rockeras.
Ella aún no lo sabe, pero le va a flipar.
Esa falda de tul no se merecía otra cosa.
Veremos si admite públicamente que me ha copiado el modelito!!
Lo dicho, igualitas, igualitas...
(Samantha, te echo de menos)