Si transcribiera la pelea diaria que tengo con el "correr" y mi propia mente, sería algo así…
Mi mente: ¿Te gusta?
Servidora: No.
Mi mente: ¿Disfrutas corriendo?
Servidora: No.
Mi mente: ¿Notas que mejoras después de tanto tiempo corriendo?
Servidora: No.
Mi mente: Entonces…¿vas a dejar de correr?
Servidora: No.
Sin exagerar, una lucha agotadora.
Menos mal que no le hago mucho caso o más de una vez hubiera subido al Decatlón a comprar un arco… (pero de los profesionales, eh? Tonterías las justas).
Pues a pesar de caer muchas veces en la tentación de cambiar de deporte y petarlo en Wallapop, ayer he recordado porque sigo corriendo...
Entrenaba yo por mi querido paseo de la playa San Lorenzo, cuando sin darme cuenta se me fue la cabeza. Probablemente sonó en la radio alguna canción cautivadora, o me vino algún tema sobre el que escribir, o hice la lista de la compra. No sé en que pensé, pero me duró unos cuantos minutos y para cuando volví a la realidad y miré el pulsómetro cual autómata, dislumbré un:
“ Enhorabuena, has batido un nuevo récord de velocidad”.
Eh?! Paré en seco (para asegurarme de que no eran alucinaciones) y volví a leer:
“ Enhorabuena, has batido un nuevo récord de velocidad”
El propio Garmin no se acordaba de que tenía este tipo de alarmas visuales y motivadoras y sólo le faltaba vibrar a ritmo del Got my mind set on you de George Harris. Creo que de hecho lo estaba haciendo.
Yo seguía parada. No me lo podía creer. Quería gritar. Saltar. Hacer la ola.
Me asaltó una sensación de poder, que tenía olvidada desde hacía mucho tiempo, y que me gustaba, me gustaba mucho.
¡¡¡¡¡¿ Un récord, UN RÉCORD ??!!!!! ¿¿ YO??.
Entonces en pleno subidón le di a “ver detalles” y…
1 kilómetro en 6 minutos y 30 segundos
jajajajajajajajaajajajajaajajaajajaja ¿¿ 1 kilómetro en 6 minutos y 30 segundos?? jajajajajajajajajaajajajajaajajajajajaja ¿ He bajado 10 segundos mi velocidad punta después de 2 años entrenando, y ese es mi nuevo récord de velocidad? jajajaja
Me entró un ataque de risa en aquel mismo momento, que la gente me miraba y yo no podía parar. Por si no tenía suficiente, cuando me sentí capaz de reanudar la carrera, me encuentro con mi tío y me pregunta:
" Rebe, ¿estás bien? Estás muy colorada..."
" Sí, tranquilo...es que estoy haciendo series y la velocidad me transforma...jajaja".
Una semana después, recordar que por un momento creí haber rozado la velocidad de la luz, sigue provocándome ataques de risa. Pero no sólo eso. Ese entrenamiento épico también ha conseguido que vuelva a calzarme las zapas y a correr pensando en los 6´20´´que haré en el 2019.
Porque a veces las victorias más importantes no sólo dependen del crono, sino de como las vivamos, y este es el resumen de la mía:
Dedicado a todas las "trotadoras" del mundo y a sus récords personales.
Yo por ahora prometo no cambiar de nacionalidad, aunque me veo en el Congo, no tardando...