DECIR DICIENDO

DECIR DICIENDO

 

DILE QUE TARDÓ MUCHO EN VOLVER.
QUE LO ESPERASTE DESDE QUE SALIÓ POR LA PUERTA.
SENTADA. INTRANQUILA.
DILE QUE LO ECHASTE DE MENOS.
QUE PASEASTE POR DONDE LO HABÍAIS HECHO JUNTOS.
DILE QUE SIEMPRE TE HACE REÍR.
QUE TE CONQUISTA.
DILE QUE NUNCA DEJE DE DECIRTE.
DILE QUE NO PUEDES VIVIR SIN ÉL.
DILE QUE LO ESPERARÁS SIEMPRE QUE TE LO PIDA.
Y QUE CUANDO NO LO HAGA, LE DESOBEDECERÁS.

Porque en la era de la comunicación, a veces nos falta decir diciendo...



Muchos de los aquí presentes recordaréis mis cartas interminables, las postales navideñas tuneadas, las dedicatorias…
Un hábito que he perdido con los años, los hijos, el trabajo, con la tecnología incluso.
Nos comunicamos a diario, a minuto. Noticias breves y directas. Mensajes prácticos que ocupan nuestro tiempo, diciendo sin decir...

Me han servido 3 días acompañando a mi marido en el hospital para recuperar esta costumbre.
Y como no, he empezado por él. Y digo SÍ.

Sabiendo que los efectos psicóticos de la anestesia estaban presentes, y con mis nervios pre-quirúrgicos superados, le envié un whatsapp desde la cafetería.
No pretendía ponerme romanticona, pero se ve que después de una semana “agitada", me salió más “rosa” de lo previsto.

LE DIJE QUE TARDÓ MUCHO EN VOLVER.
QUE LO ESPERÉ DESDE QUE SALIÓ POR LA PUERTA junto al celador con gorrito de animales.
SENTADA en el sillón que no pudimos reclinar. INTRANQUILA sin él.
LE DIJE QUE LO ECHÉ DE MENOS DESDE QUE SALIO POR LA PUERTA enseñando el culo con el camisón sexy del hospital.
QUE PASEÉ POR DONDE LO HABÍA HECHO CON ÉL, haciendo el tonto.
LE DIJE que me había dado cuenta de que incluso en los momentos menos buenos SIEMPRE ME HACÏA REIR.
QUE SIEMPRE ME CONQUISTABA con sus chistes malos y predecibles.
LE DIJE QUE NUNCA DEJARA DE CONTÁRMELOS.
LE DIJE que aunque a veces quiera estrangularlo NO PUEDO VIVIR SIN ÉL.
LE DIJE QUE LO ESPERARÏA SIEMPRE QUE ME LO PIDIERA.
Y QUE CUANDO NO LO HICIERA, LE DESOBEDECERÏA.
LE DIJE QUE  nota-musicalera mi sandman nota-musical

Cuando llegué a la habitación, no necesité más. Creo que él tampoco.

Decir diciendo demuestra que estamos vivos, y nos recuerda que la gente que nos rodea también lo está.
Tunead vuestros diles. Hacedlo. Porque seguro que alguien espera leeros, escucharlos, y os contestará.

Nos hemos sentido muy queridos y abrumados por teneros a todos pendientes. Gracias de verdad por decirnos tanto.
El ligamento está “apañao”, el menisco “recortao”, y mi jambo tirao en el sillón pata arriba enganchao a partidos históricos en Gol TV, diciendo que cuelga las botas…
Sinceramente, creo que me engaña… pero voy a dejarme…
También le dije:
Que le cambié de sitio todas las cosas del armario.
Que lo mejor del fin de semana fue sin duda ¡volver a casa!.
Y que nunca olvidaré su frase al llegar de reanimación: " Ya me noto los huevos”.

Concierto rosa sí, pero fucsia me parecía demasiado.
Regresar al blog