“ ¡¡ Mamaaaaaa, ven!!”.
Opción 1: Hacerme la sorda.
Opción 2: “ Ven tú”.
Opción 3: “ Va papi”.
Realidad: Voy. Sea la hora que sea.
“ ¡¡ Mamaaaaaa, aguaaaaaa!!”.
Opción 1: Hacerme la sorda.
Opción 2: “ Cógela tu vida, que está encima de la mesa”.
Opción 3: “ ¿ Papi, se la das tú?”.
Realidad: Voy, y se la doy. Sea la hora que sea.
“ ¡¡ Mamaaaaaa!!”.
“ ¿ Qué?”.
“ ¿ Dónde estás?”
“ Durmiendo”
“ ¿ Y papá?”
“ Soñando”
“ Quiero desayunar”
“ Son las 4 de la mañana, no son horas para levantarse cariño”
“ Jopé, pero es que tengo hambre”
Opción 1: Hacerme la sorda a partir del 3 jopé.
Opción 2: “ Vete a la cocina y coge una galleta”.
Opción 3: “ Se levanta papi a darte un colacao”
Realidad: Voy, intento que se duerma sin tener que desplegar la batería de alimentos rápidos. Y sea la hora que sea, unas veces funciona, y otras no.
Estos gritos son jodidos…pero existe otro peor.
Mucho peor. ¡¡ Horriblemente peor!!.
Un grito que desgarra nuestro interior, y que interrumpe cualquier momento de gloria.
Un grito que activa nuestra musculatura y que nos hace esprintar cual atleta.
Un grito para el que no hay opciones.
Existe, "El grito". Y es único en su especie.
“ ¡¡ mamaaaaa..... CACAAAAAAAAA !!!”
Opción 1: en privado. Corre, corre, correeeeeeeee
Opción 2 : en público. Corre, corre, correeeeeeee y... ¡¡¡Sonríe!!!!!!
Realidad: Tirón en el gemelo, guajes en pendolín y pedete irreversible en el calzoncillo. Debe de influir la genética. Sea la hora que sea.
El concierto de hoy va dedicado a toda la ropa interior que nunca ha vuelto ser del mismo color.
No volverás a cantar esta canción sin acordarte de mi...