EL ROCK DE LA CÁRCEL

EL ROCK DE LA CÁRCEL


La mente de una madre vive en amenaza continua.
Las amenazas se cuelan en nuestros sueños.
Si a los sueños les sumas, que estás viendo Narcos en Netflix, hay cárcel de por medio ¡¡seguro!!.
Y si has visualizado la cárcel, permanecerá latente en tu mente, a modo de círculo vicioso.


Un círculo que empieza donde termina:


MENTE - AMENAZAS - SUEÑOS - CÁRCEL


Y que donde termina, empieza:


CUANDO SUEÑAS QUE TÚ HIJO MAYOR ESTÁ EN LA CÁRCEL


Y se lo cuentas a tu ñu, a la mañana siguiente...


Os pongo en antecedentes.

Hay familias que por tradición, a la hora del desayuno se cuentan los sueños que han tenido cada uno la noche anterior.

A mi me parece súper guay, sobre todo porque en mi casa, es imposible hablar antes de un café.
Pero quizás no sea tan chachi piruli, dependiendo del grado de acidez de tu sueño.
Te queda entonces mentirles con el cuento adaptado de Caperucita, o contarles la verdad, sin adornos... y esas son palabras mayores.

“Papi soñaste, hoy?”
“No sé si decíroslo.”
“¡¡Papá siempre nos lo contamos!!”
“Vale... pues a ver. Soñé que tú estabas en la cárcel.”

El ñu deja de pestañear. ¡Y como pa no!
Imaginaros a ese pobre guaje, que a ojos de su propio padre termina en la cárcel...
Ni extra de colacao, ni pollas. Ese peque no reacciona hasta el día siguiente, ¡como poco!


Pero entonces formula la pregunta del millón:

“¿Y que había hecho para estar la cárcel?”
“Hombre, pues no me acuerdo, pero algo gordo, seguro”
“Algo gordo ¿cómo qué?”
“No lo sé Miguelito, pero algo gordo”
“Y ¿Teresa también estaba en la cárcel?” . Pregunta mirando a su hermana a la vez.
“No, sólo tú”
“Jope hasta en los sueños tengo yo la culpa de todo. No es justo!”.


El padre reacciona y trata de calmarlo.

“A ver, tranquilo. ¿No ves que sólo ha sido un sueño?”
"Sí un sueño, ¡pero yo estoy entre rejas!”
"Jajaja! No ves que para ti es una pesadilla y para nosotros una coña. ¡Tranquilo, hombre!”
“¿Cómo una coña? ¿Qué queréis que vaya a la cárcel?”
“¡No hombre no!, además de ir, no irías a la cárcel, irías a un correccional”
“¡¡¿¿ Qué es un correccional??!!”.  Pregunta Miguelito con los ojos fuera de las órbitas.
“Ay Miguelito no me marees, como un internado...”
“Vale! no me digas más papá. Esa es la amenaza de siempre...”


Para romper el tenebre silencio, Spotify podría jugarnos una mala pasada y que sonara  concierto El Rock de La Cárcelrock de Miguel Ríos, en español, ¡¡pa´que lo entienda!! (jajajaja)

Y mientras los adultos se ríen, Miguelito se ve encadenado.
El padre, recuerda perfectamente el ruido de las celdas al cerrarse en su sueño.
La madre se imagina esa llamada de teléfono a modo cárcel, que termina con un : “Mamá, tengo que colgar”
Y sólo Teresa sabe cómo cambiar de tema:

“Mami ¿y tú que soñaste ?”
“Yo otra vez con Caperucita, cariño. Y con el lobo. Sobre todo con el lobo...”


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