NIÑOS POR UN DíA
Este mensaje es para todos aquellos padres que deciden que sus hijos no crean en los Reyes Magos. Me parece muy bien vuestra postura y allá cada uno con sus decisiones, su manera de educar, y sus momentos de magia o de realidad. Ni que decir tiene, que no seré yo la que me oponga a que seáis consecuentes con lo que creéis que es mejor para vuestros retoños…
Ahora bien…
Respetad a los que creemos en los Reyes Magos, y no os molestamos.
Amenazad de muerte a vuestros hijos si se les “escapa” delante de otros niños, porque vuestra realidad no puede afectarnos al resto.
Cruzad los dedos para que no sean los míos los que están presentes en ese momento de “descuido”.
La decisión de que vuestros hijos dejen de creer en la magia es de vuestra familia.
ALEJAROS DE LA MÍA. Quedáis avisados.
Y sé, sé que es un despilfarro comercial.
Sé que hay muchos niños que no pueden disfrutar de ese día, y por eso cada vez más asociaciones, colegios, webs, blogs, familias comprometidas, tratamos de ayudar para suavizar estas diferencias. Ningún niño debiera de quedarse sin un juguete, sin una sorpresa ese día. Y los hay, lo sé.
Sé que por abrir regalos mis hijos no van a ser mejores.
Y sé que el chantaje de “como no seas bueno no te van a traer el microscopio” no es del todo adecuado.
Lo sé. Sé toda la teoría. De verdad.
Pero, ¿ por qué no pueden ser niños inocentes 24 horas?
¿ Por qué no dejarlos creer un día, sólo un día en la magia…?
Mi familia madruga el día 5 para esperarlos en primera fila.
Nieva, llueva o luzca el sol más radiante.
Gritamos en equipo: ¡¡¡ MELCHOOOOOOR HEMOS SIDO BUENOOOOSSS!!!!
Hacemos colas de 2 horas para que se sienten en el regazo de alguno de ellos.
Vamos a la cabalgata en tropel y nos lo pasamos pipa. Hemos pedido las mellizas, la epidural, clientes, novios y novias, trabajo en Asturias para López, ¡ de todo!...y siempre, siempre, volvemos a casa con un acelere que ni la leche caliente consigue bajar.
Les hacemos un dibujo a último momento.
Colocamos las zapatillas debajo del árbol.
Preparamos un plato con dulces, chupitos y un bol con agua para el camello.
Y cuando nuestros ñus se duermen con esa cara de nervios, dulzura y miedo, "Baltasar y Gaspar", se comen las galletas, beben los chupitos y tiran el agua por el báter para conseguir el realismo que la situación se merece. ( Porque a nuestra casa entra hasta el camello. ¡ Faltaría más!).
Junto a los regalos siempre dejan una carta escrita con caligrafía disimulada y sellada en el Lejano Oriente.
Nosotros sólo pedimos que no pillen a sus majestades con las manos en la masa.
Al día siguiente, el momento cámara en mano de: ¡¡ CHICOS HAN LLEGADO LOS REYES!!! es eso, nuestro momento de magia.
Y quiero que dure siempre.
Porque mientras dure, serán nuestros pequeñajos. Puros, inocentes, y NIÑOS de verdad por un día.
Hay una peli que siempre veo en estas fiestas: Love Actually.
Me flipa. Soy así de facilita.
Y sí, creo en la magia, porque si 2 actores porno se enamoran perdidamente en pleno rodaje, el Primer Ministro del Reino Unido baila el Jump for my love ante la mirada atónita de su asistente, alguien escribe en un cartel “ To me you are perfect”, y Billy Mack canta en calzoncillos el Christmas is all around rodeado de mamás noeles en ropa interior, ¿ no voy yo a creer en la magia?.
¡ Venga ya, hombre!
¡ En la magia y en lo que haga falta!.
Espero que mis ñus hereden parte de esta locura y de inocencia al mismo tiempo.
Si soy peor madre por esto, ES-MI-PROBLEMA-Y-EL-DE-MI-FAMILIA.
Así que repito el aviso para que no haya dudas:
ALÉJATE DE MIS ÑUS. Somos expertos a horcajadas.