¿NIÑOS QUIETOS, 3 AÑOS DESPUÉS?

¿NIÑOS QUIETOS, 3 AÑOS DESPUÉS?


"Estad quietos".

"¿No podéis estar quietos ni un segundo?"
"Quietos, por favor!"


¿Cuántas veces lo habéis dicho hoy? ¿ 2, 3, 8, 124 veces o simplemente habéis perdido la cuenta?

El 14 de Abril de 2016, escribí un post sobre este tema.
3 años después de dicha publicación, vamos a ver si han cambiado las cosas.
Si han cambiado para bien, ¡claro!
Y qué queréis que os diga, no sé si quiero o no, llegar a las conclusiones...

 

¿ESTÁN QUIETOS 3 AÑOS DESPUÉS?


"¡¡¡Mamaaaa!!! ¡¡¡Quiero desayunaaaaar!!!"


Hora: 08:00 am.
Fin de semana.
Grito de guerra, independiente de la hora a la que se hayan acostado, y todavía más independiente de a la que lo hayamos hecho nosotros. Faltaría más.
3 años después, seguimos igual. (1-0)

 
Nunca funcionan los archi-famosos: “Duerme un poco más que hoy no hay cole”, “Ven con nosotros a la cama”, o el “¿Porqué no vas al salón y pones un poco la tele?”…
Con el de 4 es mucho pedir, y con el de 7 todavía no lo conseguimos…
3 años después, el de 4 tiene 7  y todavía no lo conseguimos, y con el de 10 ¡lo hemos superado!. (1- 1)


Lo único que nunca falla es:
¡Todo el mundo en pie! y preparados para 14 horas  rock Don´t Stop me now rock
3 años después, este temazo sigue formando parte de nuestro día a día, tanto que hasta hemos hecho camisetas rockeras con esa canción... (2-1)


Los míos concretamente, quietos, quietos…¿quietos? Ni amordazados.
También es cierto que cuando lo están, algún virus, febrícula o “polculeo” acecha nuestra morada, así que actividad sin tregua por favor. Nos apetezca o no.
3 años después, seguimos igual. (3-1)


Es imposible que duren sentados más de 10 minutos seguidos, sin hacer el pino mientras meriendan, o sin que el temido “me aburro” se estrelle en mis oídos de madre.
3 años después, seguimos igual. (4-1)

 
Es imposible que cuando consigan superar esos primeros 10 minutos, mantengan una postura socialmente lógica para ver la tele.
Leer. Pintar. Es como si cualquier silla incluyera en su ergonómico diseño, lianas y chinchetas invisibles.
3 años después, seguimos igual. (5-1)

 
Es imposible que con el mismo juego se entretengan más de…¿12 minutos?.
3 años después, hemos aumentado el tiempo de juego a 20 minutos... (5-2)

 
Es imposible tenerlos localizados en el parque.
3 años después, seguimos igual. (6-2)


Es imposible sacar una foto enfocada.
3 años después, seguimos igual. (7-2)


Es imposible que caminemos por la calle sin que corran, salten, y/o escalen.
Ir de la mano es una utopía, y al final cualquier paseo puede pasar a ser un excelente entrenamiento de running.
3 años después, seguimos igual. (8-2)


Por ser imposible, hasta dormir quietos lo es.
Múltiples posturas y direcciones por segundo, con una almohada que no sabe donde aparecerá a la mañana siguiente.
3 años después, seguimos igual. (9-2)


Esta es mi/ nuestra realidad.
Veloces, inquietos y desenfrenados.
3 años después, seguimos igual. (10-2)

 
Esta es mi/ nuestra teoría. ¿Estaremos pidiendo lo imposible a lo imposible?
3 años después, seguimos igual. (11-2)


Creo que sí damas y caballeros. Porque siguen siendo niños y justo es eso lo que necesitan.
Estar activos, interactuar, investigar, estimularse, no parar y AGOTARNOS…
Sólo así podremos dormir en 4 horas lo equivalente a 8.
3 años después, consigo dormir en 5 horas y media, lo equivalente a 8, así que ¡SUPERADO!. (11-3)

 
No hay nada como una tarde de merendero en pandilla, rodeados por pequeños satélites fuera de control, para darse cuenta, de que son todos iguales…

¡No los paremos!
Y que rule el ibuprofeno…
3 años después ya hemos conseguido Valium Infantil y eso también puntúa. (11-4)

 
Resumiendo, si en 3 años hemos variado el resultado de un 15-0 a un  11-4, en el 2022 ¡lo petamos!.

La pena es que para cuando consigamos igualar ese marcador, serán otros miedos los que nos acechen y leeremos este post con pena y melancolía.
Eso es lo que les escucho a los padres que "viven la adolescencia de los 13" y es lo que yo les digo a los que viven "la adolescencia de los 3":

"Todo pasa y todo llega. Lo importante es saber disfrutarlo".



Así que, que no paren y que no nos dejen dormir o tengo que cerrar el chiringuito.
Sinceramente creo que un 11-4 es una victoria en toda regla, lo diga o no lo diga el entrenador...

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