Seguro que todos, tengamos la edad que tengamos, recordamos alguna boda de menores en el patio del recreo, con alianzas de hilo y besos robados en el papo…lo que viene siendo, amor en el estado más puro de la palabra.
Seguro que recordamos también, que la historia más idílica se truncaba cuando surgían segundas novias y/o terceros novios como champiñones crecen en el Mario Bross. Cuando esto pasaba, la acumulación de quehaceres amorosos evolucionaba a nivel Mujeres, Hombres y Viceversa. Podías estar felizmente casado o enamoradísima de tu compañero de pupitre, que tan pronto te cogías de la mano de otro, como pillabas a tu “marido” casándose de nuevo sin remordimiento alguno… ¡sin rencor!
Cuento esto, no recordando del todo a mis novios de infantil, pero sí a las novias de mis ñus y a los novios ¿de tus hijas?.
De tales experiencias, reaparecen en mi “chuleta de los martes de concierto”, frases del tipo:
MENGANITO: “ Tengo 3 novias, en el cole, en la piscina y en el parque, no tengo tiempo para más”
Lo que se nos viene a la mente en momentos así, podría ser del tipo:
“ Me la cargo…"
“ Pobre novio tuyo”
“ Tarta no, bogavante…¡ya puestos!”.
Pero de nuestra boca salen estas maravillas:
“ A ver ¿y quienes son, las conozco?”
“ ¿Y se lo vas a decir algún día? ”
“ Tarta no, bogavante…¡ya puestos!”.
Y entonces ellos o ellas contestan:
“ No, porque él se casó ayer con Silvia”
“ Mami, ¿qué es un bogavante?".
A lo que tu respondes:
“ No sé quien es Laura…descríbeme a la mamá a ver si me doy cuenta
“ No sé quien es Silvia…descríbeme a la mamá a ver si me doy cuenta”
“ Algo que está muy bueno”
Y ellos o ellas contraatacan:
“ No sé mamá, lleva mascarilla azul, y siempre está a la salida del cole”
“ No sé mamá, al cole siempre va el papá”
“ Vale pues llevo un Bogavante, ¿es de chocolate?”
Y tú respiras y les sueltas sin filtros:
" ¿Y el papá? "
" ¿Y cómo es el papá?"
"¿Y si llevas unos kit kat?"
Y...
“ El papá también lleva mascarilla"
“ EL papá lleva mascarilla azul y siempre lleva un abrigo marrón”
“ Mamá, pero en las bodas no ponen Kit Kat de postre”
Desesperada y con ganas de resolver la situación, lanzas la última pregunta sin pensar muy bien en las consecuencias:
“Menganito, ¿el papá está bueno?"
“ Fulanita, ¿pero el papá está bueno?"
“ Cariño, creo que mejor aplazáis la boda, con esto del COVID no vais a poder daros ni un abrazo”
Y como no, llegan las consecuencias:
“ Se parece a papá, así con poco pelo..."
“ Mami, ¿qué es estar bueno?
“ No te preocupes mami, nos damos un beso sin mascarilla todos los días y no pasa nada”
Cambia de tema, ofrécele la merienda aunque sean las tres de la tarde y busca la manera de:
“ Animarle a que busque una cuarta novia, a ver si así le queda menos tiempo”
“ Decirle a tu pareja que su hija tiene que contarle algo... "
“ Hacer la tarta de una puñetera vez y comprarte un modelito…
Después de todo ¡¡Eres la madrina de la boda, no?!!! ¡¡Pues que no se diga!!
*Importante: Omítele al padre de la criatura, el tema de que su escasez de masa capilar no pasa desapercibida para sus hijxs. No vas a solucionar nada y como quiera dejárselo largo a sus cuarenta y tantos, no habrá bogavante que calme tu almeja...