“ Mamá quiero un hermanito”.
¿ Alguien de lxs aquí presentes escucha esta frase casi a diario ?.
¿ Asusta? ¿ Calienta? ¿ Desespera? ¿ Sudores fríos? o… ¿ Surgen las dudas?.
Normalmente son los hijos únicos los que dan la turria con este tema.
Los hijos, las abuelas, y la vecina pesada del quinto. Sí, esa que cuando te casaste te martirizó con el “ ¿ para cuándo el primero ? ”, llegó el primero y preguntó por el segundo, y al primer ademán que hizo de preguntar por el tercero, la congelaste con tu mirada de mala hostia y se metió en el ascensor sin decir ni mu.
¿ Saben los hijos únicos, príncipes de sus tronos intocables, a qué se exponen con un hermano?
¿ Por qué creéis que esta petición se repite en casi todas las familias de 3 ?
Se me ocurren tres opciones.
1.- Porque lo tienen sus amigos, y culo veo culo quiero.
2.- Porque buscan un compañero de juegos y de trastadas.
3.- Y/o porque desconocen completamente las consecuencias de tenerlo. ( Si las supieran como mucho se pedirían una tortuga).
Mi hijo mayor vivió con muchísima intensidad la llegada de su hermanito.
No lo había pedido pero me besaba la barriga, se abrazaba a ella, quería que saliera antes de tiempo, ¡vamos! que todo pintaba perfecto. Y todavía más cuando supimos que era otro varón. Él, mi marido y mi padre, se veían formando equipo de fútbol base a costa de mis ovarios.
La cosa fue bastante diferente el día de la llegada.
Le cambió la cara. Me demandaba continuamente. Apretaba los dientes para sonreír en las fotos .Y sé positivamente que muchas veces deseó que su compañero de juegos desapareciera por donde había salido. ( fffff….de sólo pensarlo….).
Me preocupó su cambio de actitud, su mal humor. Recuerdo que lo llegué a consultar con la pediatra porque no reconocía a mi hijo, y el diagnóstico fue:
“ Imagina que estás feliz con tu marido, y de repente un día te llega a casa, y te dice que te quiere mucho, que eres la primera y la mayor, pero que a partir de ahora va a vivir con vosotros una segunda mujer a la que también hay que cuidar y mimar, que usará tus bolsos y tus zapatos y con la que podréis jugar… ¿ Tú que harías Rebe?”.
“ ¡¡ Cargármela!!”.
“ Pues ese es el sentimiento que tiene tu hijo hacia su hermano. Es normal. Estate tranquila que pasará ”.
En ese momento empecé a llorar en la consulta pensando ¿ qué hemos hecho?, pobre, normal que quiera matarlo, mi pequeño que de repente se hizo grande sin pedirlo…. ( Está claro que las hormonas en este monólogo desolador tuvieron mucho que ver…). La pediatra me dejó llorar. Y lo hice en silencio hasta ¿ ayer?.
“ Mami, ¿ vas a traernos otro hermanito ? ”.
(Casi me desmayo).
“ No cariño, no. ¿ por qué me lo preguntas ? ”.
(Como me diga que tengo barriguita, lo estampo).
“ Porque estaría guay que fueramos 3 ñus ”.
“ ¿ Sí ? ¿ Por qué ? ”.
“ Porque podríamos jugar a más cosas ”.
“ Pero si ya jugáis un montón. Recuerda que cuando son pequeños lloran mucho, y no hacen nada….”
“ Ya, pero cuando crecen ¡ mola ! ”.
Lo abracé y le corté la respiración.
¿ Qué ha pasado? ¿ En qué momento el amor sustituye al odio?
¿ Cómo puede ser que pidas otro hermano cuándo más de una vez quisiste echar a éste de casa?
Es ley de vida señores y señoras. Todo llega y todo pasa.
Y aunque se busquen para matarse, se griten, se escupan, y se odien … al mismo tiempo no pueden estar el uno sin el otro.
Sólo de pensarlo, se me cae la baba, ya lo decía Leiva. Sincericidio
Conclusión de esta publicación, ni más ni menos que cuatro.
La primera:
Bruno: " Tener un hermano mola".
La segunda:
“ Martín, y tú ¿ quieres otro hermano ? ”.
“ No mami, yo quiero un kit kat ”.
La tercera:
Dudaría entre la tortuga y el tercer hijo.
La cuarta:
Como mi marido me llegue a casa con otra mujer, le meto el reptil por …