10 días después de que se hayan terminado las vacaciones de Semana Santa, la vuelta a la rutina ha regresado a nuestras vidas a la velocidad de la luz..
El primer día de cole/trabajo habréis escuchado comentarios de todo tipo:
1.- Los que no veían la hora de que llegara el lunes 9 de Abril.
2.- Y los que hubiéran pedido una semana más de anarquía absoluta.
En mi familia, sólo hay una razón por la que querer volver a la rutina después de una semana conviviendo en una habitación de hotel y se llama calentura.
Sí, sí, habéis leído bien, CA-LEN-TU-RA.
Y es que no he visto cosa más difícil de cuadrar, que un revolcón vacacional con niños por el medio.
Valoremos opciones:
Mientras se duchan los dos juntos y la habitación queda liberada.
Concentrarse en disfrutar, cuando estás oyendo: “ Mamááááá es que Pepito me quitó la esponja” o “ Tengo jabón en el ojooooooooo”, es, bajo mi humilde y punto de vista… complicado.
Mientras ven la tele y el baño queda liberado.
No entra dentro de mis posibilidades. Si te pillan, no hay disculpa posible.
Cuando se han dormido.
Sin duda, esta es la opción. Ahora bien… ¿dónde?
1.- En la cama de alado. ¿ Con ellos a medio metro?. Ni de coña.
2.- En el sofá cama. ¿ Que chirría peligrosamente como para hacer saltar la alarma de incendios?. Ni de coña
3.- En la terraza. Suena bien.
Si da a la calle. Mmm...arriesgado.
Si tiene una luz que no se apaga. Mmm...arriesgado y morboso.
Si tu vecino vive en la terraza. Jodido, y no precisamente como querías.
4.- En el baño. Las películas han hecho mucho daño en este apartado, y elevamos las expectativas a la máxima potencia. Error. Que nadie olvide, que la elasticidad de los cuerpos, la temperatura real de los azulejos y la post-inundación del baño (porque la cortina de mierda se pega a las piernas y no a la bañera), pueden interferir en el éxtasis de manera fatídica.
Resumiendo. Manera haberla, hayla. Todo depende del poder de nuestros tangas y de cuanta agua estemos dispuestos a recudir.
Y si no que se lo pregunten a los del cubo... They din´t start the fire . De eso no hay duda...
* Este concierto lo escribo desde el más ardiente deseo de vacaciones de verano. Mis hijos sueñan con la piscina, yo con la playa y mi marido con los azulejos del baño. Cuestión de prioridades y de rutina, sexual...