TETAS FELICES

TETAS FELICES

 

Las tetas.
Las pequeñas porque son pequeñas.
Las grandes porque son grandes.
Siempre tenemos algo que decir…

En mi caso puedo hablar de las segundas. Y aunque he lucido muchos escotes insinuantes gracias a ellas, reconozco que a la hora de hacer deporte son un VERDADERO COÑAZO. Elevo a PUTADA, si lo que hacemos es correr...



Controlarlas, querer disimularlas, que no se rocen y que no duelan después de entrenar es algo complicado para las que usamos algo más de una 90 C.

Físicamente molestan.
Estéticamente pesan.
Y psicológicamente aturden.

Tanto es así que muchas veces he pensado que la falta de velocidad en carrera, se debe a mis tetas…
( y que nadie se atreva a decirme lo contrario).

Encontrar un sujetador deportivo que recoja, que no aplaste, que absorba los impactos, que no roce, y que sea mono, no es tarea fácil.
Yo, por primera vez en mucho tiempo, lo tengo.
Y eso me tranquiliza y me motiva a partes iguales.

El proyecto Freya active es líder en el mundo y es el primero en estudiar: el dolor, la tensión y el movimiento independiente, en varios lugares del pecho mientras se hace ejercicio.

A mi ya no me duelen después de correr, y es que reduce el dolor hasta un 97%, mientras que cualquier sujetador normal sólo reduce el dolor en un 58%.

No tengo ni una rozadura alrededor, pues reduce la tensión en la zona interna del pecho a sólo un 3%, comparado con el 28% de un sujetador normal.

Y lo mejor, he enterrado el miedo a matar a algún transeúnte con el vaivén de mis senos. (Madre, me ha quedado hasta sensual) y es que me sumo al del 92% de las participantes en dichas pruebas, que no sintieron el movimiento independiente de su pecho con este sujetador.

Por todo esto, mis tetas son felices. Y yo, más.

Ya confiaba en ella para canalillos peligrosos y espaldas descubiertas, porque conmigo siempre acierta y es una profesional como un campano, pero quiero agradecerle públicamente a Celia de Pespuntes Moda Íntima Gijón, que haya conseguido disipar parte de la pereza diaria para calzarme las zapas.
Eres mi salvación. Una vez más.

Ahora podéis pensar que esto es un post patrocinado, y en parte tenéis razón, porque el sujetador existe en mi armario, y de hecho Ya os lo había enseñado...
Pero os prometo que el día que me lo dio, no me pidió nada a cambio. Ni un número de publicaciones, ni fotos, ni videos, ni rollos bananeros.
Pruébalo y me cuentas”. Me dijo.
Y eso es lo que estoy haciendo, (sin su permiso). Si alguien necesita ayuda, no lo dudéis: aquí.

Sólo hay una cosa que no me mola de vivir esta alegría de pecho, y es que si ahora no consigo velocidad, ya no puedo decir que es por culpa de mis tetas…
Menos mal que siempre me quedará despotricar de las bragas…



 
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